Las inversiones en criptomonedas se han popularizado en los últimos años, principalmente por sus altas cotizaciones, a costa de la volatilidad. Sin embargo, estos instrumentos se han convertido en mecanismos de estafa en el Ecuador.
El pasado fin de semana, las autoridades tomaron acciones ante un nuevo caso de presunta captación ilegal de dinero.
La Policía Nacional hizo un allanamiento y se inmovilizó dinero de cuentas por cerca de USD 7 millones, en el marco de una investigación por una presunta captación ilegal de dinero, de Fortunario Activos Digitales Cía. Ltda., que presumiblemente usaba compañías para ofertar servicios de inversión en plataformas financieras, como la Bolsa de Valores, Forex, acciones y criptomonedas”.
Luis Enríquez es coordinador del Observatorio de Ciberderechos de la Universidad Andina. Según él, el principal problema es la falta de una regulación jurídica en este tema. “Esto hace que las presuntas empresas que ofrecen estos servicios actúen libremente, y que las personas que invierten no tengan protección para este tipo de operaciones”.
En el país no existe una norma legal que prohíba las inversiones con divisas digitales. Tampoco está prohibida la compra y venta de criptomonedas a través de Internet, pero sí su uso como medio de pago. Así lo manifiesta el Banco Central del Ecuador, destacando que la única moneda permitida para la compra y venta de bienes y servicios es el dólar.
Pablo Correa, analista económico, afirma que las empresas estafadoras emplean el argumento de que no están normadas, porque “las criptomonedas usan una tecnología descentralizada”. No obstante, el experto señala que cualquier firma, aunque su servicio no esté regulado, debe estar registrada en la Superintendencia de Compañías para realizar cualquier actividad económica.
De todas formas, Enríquez señala que el Gobierno debe considerar regulaciones al respecto, porque el uso de estas criptomonedas y los mecanismos de inversión se están dando a escala mundial y Ecuador no es la excepción.
En el país se realizan operaciones de ‘trading’ para inversiones en criptomonedas. El bróker de inversiones Libertex brinda estos servicios, pese a no existir una legislación. José Rivera, country manager de la compañía, asegura que para regular estos servicios se requeriría un organismo especializado, que entienda sobre la evolución tecnológica.
Tecnología sirve para la estafa
Según el portal Investing, actualmente existen más de 10 000 tipos de criptomonedas. El bitcóin es la más reconocida y de mayor cotización frente al dólar.
Las criptomonedas se generan mediante complejos procesos de cálculo por computadora, conocidos como blockchain (cadenas de bloques). El control de cada moneda se gestiona a través de una base de datos descentralizada, la cual es pública y está protegida, de tal forma que todos los datos que alberga no puedan ser ni alterados ni eliminados.
Para Enríquez, la tecnología es segura. La estafa se produce cuando hay “intermediarios” que se ofrecen a ayudar a las personas con la inversión. Por ejemplo, cita el experto, una persona entregó USD 16 000 a una empresa de ‘trading’, que realizó la operación en los canales oficiales, pero cuando obtuvo la ganancia nunca
pagó al inversionista.
Correa considera también que este nuevo espacio de estafa es seguro para los delincuentes, puesto que “es muy difícil rastrear la ruta por dónde va el dinero y los estafadores puedan esconder su botín”. Es necesario que las personas conozcan de la tecnología y cómo funcionan estas inversiones, cuando eso no sucede, son presas fáciles de las estafas, considera Gonzalo Cucalón, vicepresidente de la Asociación de Bolsas de Valores (Asocaval).