El pasado 25 de febrero, Jacobo Bucaram Pulley abandonó la cárcel 4 de Quito por orden del juez Esteban Calderón, quien le concedió un Hábeas Corpus por problemas de Salud, desde entonces permanece en su casa en Guayaquil, con custodia policial, cupliendo arresto domiciliario, pero podría regresar a prisión.
Un Tribunal de la Corte de Justicia de Pichincha estableció que Calderón actuó sin competencia y decidió:null «Declarar la nulidad de todo lo actuado por el juez a quien se llama severamente la atención».
La Defensa de Bucaram buscará evitar que la decisión se ejecute, pues considera que el tribunal actuó fuera del ámbito legal porque aún quedan recursos por resolver con el juez inferior.
Jacobo Bucaram ha sido trasladado varias veces desde septiembre del año pasado, cuando fue entregado a Ecuador por autoridades colombianas, guardaba prisión en la cárcel de COtopaxi, pero en un primer Hábeas Corpus la Corte Nacional de Justicia ordenó su traslado a la cárcel 4 de Quito, ahí permaneció desde el 16 de octubre de 2020, hasta que se lo llevó a su domicilio.
Bucaram Pulley responde en dos procesos penales por posible delincuencia organizada, uno en Guayaquil junto con sus hermanos Michel y Dalo, los hermanos Salcedo Bonilla y el expresidente del IESS Paúl Granda, por su posible participación en una red de venta de insumos médicos durante la pandemia.
Y otro en Quito en el que también se imputa a su padre Abdalá Bucaram Ortiz, al australiano israelí Eli Sheinman Oren y a tres agentes metropolitanos de Tránsito.