Repensar cómo las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional garantizarán el orden interno del país se volvió un desafío para el Ministerio de Defensa, que invertirá $6 millones para adquirir equipos y armamentos no letales.
La inversión, prevista para el 5 de febrero, se concretará luego del paro de octubre del año pasado, cuando se registraron niveles de violencia nunca antes vistos e incluso la actuación organizada de guerrillas urbanas.
Esta estrategia; sin embargo, debe complementarse con otras políticas, según opinan el experto en Derecho Internacional Humanitario, Ricardo Camacho; el catedrático de posgrado de Políticas de Públicas de Seguridad, Daniel Pontón; y, el exdirector de inteligencia del Ejército, coronel Mario Pazmiño. Ellos coinciden en que falta una ley sobre el uso progresivo de la fuerza, así como planes permanentes, capacitaciones y coordinación de trabajo entre militares y policías.
Sobre el primer punto, argumentan que la ley garantizaría el cumplimiento de los principios internacionales que establecen levantar un perfil sicológico y capacitación especial que prevenga que el personal con armas no letales no reaccione fuera de sí, a pesar del fuerte estrés que enfrenten en manifestaciones violentas.
Puntos de vista
“De acuerdo con las observaciones de la Alta Comisión de Naciones Unidas este material no letal se puede convertir en letal si es mal utilizado. No hay una prohibición de uso de balas de goma, pero sí está la recomendación de Naciones Unidas, luego de la gran cantidad de personas en Chile que perdieron la vista, de procedimientos adecuados para cada tipo de arma no letal”, sostiene Camacho.
En octubre hubo excesos de la Policía”, asegura Pontón al explicar que en seguridad deben operan criterios de Derechos Humanos y deben ajustarse a las normas de uso progresivo de la fuerza”.
Tras recordar que el mantener el orden público interno es la tarea principal de la Policía Nacional, Pontón sostiene que las Fuerzas Armadas pueden complementar esta labor, pero no luego de un curso sino con capacitaciones permanentes en manejo de armamento no letal.
Pazmiño agrega que es necesario contar con una normativa que permita determinar el uso progresivo de la fuerza y actualizar las capacitaciones que requieren los miembros de la fuerza pública para enfrentar con éxito nuevos tipos de violencia como los que se vieron en octubre con “guerrillas urbanas”. (I)
Fuente:www.lahora.com.ec