Tiffany Kidd, una enfermera de 41 años de Arizona, se aventuró a salir de Estados Unidos por primera vez para ver a Taylor Swift en concierto en Viena, Austria. Tras obtener su primer pasaporte y gastar 5.000 dólares en un vuelo, Kidd se preparó para asistir a los conciertos de la superestrella, confeccionando trajes inspirados en Swift.
Sin embargo, sus planes se vieron truncados cuando los organizadores cancelaron los tres conciertos previstos en Viena debido a un presunto complot terrorista descubierto por las autoridades.
El estadio Ernst-Happel de Viena, donde se llevarían a cabo las actuaciones de Swift de jueves a sábado, iba a ser el penúltimo escenario de la etapa europea de la gira mundial Eras Tour. La gira, que ha recorrido Asia, Australia y América, ha movilizado a millones de «Swifties» y ha tenido un impacto económico significativo en las ciudades anfitrionas.
Kidd, quien había planeado su viaje durante un año, expresó su decepción al no poder lucir sus trajes caseros en el concierto. Aunque las cancelaciones fueron «desgarradoras», también se mostró aliviada de que todos estuvieran a salvo.
Barracuda Music, el promotor de los conciertos, confirmó la cancelación debido a la amenaza terrorista, y el sitio web oficial de Taylor Swift también anunció la noticia.