La oposición mayoritaria de Venezuela ha realizado ajustes significativos para enfrentar al presidente Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales del 28 de julio.
La candidata ganadora de las primarias, María Corina Machado, no pudo inscribirse como abanderada de la Plataforma Unitaria Democrática debido a una sanción administrativa impuesta por la Contraloría General de la República y refrendada por el Tribunal Supremo de Justicia.
Las líneas centrales del plan de gobierno, contenidas en el documento «Venezuela, tierra de gracia», enfatizan la necesidad de un «acuerdo nacional». Este documento fue originalmente presentado por Machado, pero tras su descalificación, Edmundo González asumió como candidato, manteniendo la misma línea discursiva.
González ha mencionado en varias ocasiones que, de ganar la presidencia, sus primeras decisiones estarán enfocadas en la recuperación económica, social e institucional del país. En un cuestionario respondido a CNN, González aseguró que se enfocará en «abatir la inflación, mejorar los sueldos y evitar la depreciación de la moneda».
González Urrutia ha afirmado que «la justicia tendrá que intervenir» en relación a la cúpula gobernante del país y no descarta la amnistía, una medida que ha sido aplicada en otros países en transición. Además, el candidato está afinando los últimos detalles de su propuesta de gobierno, destacando su compromiso con la recuperación y el bienestar de Venezuela.