Más de 200 acusados fueron condenados a un total de más de 2.200 años de cárcel en Italia, en uno de los mayores juicios relacionados con la mafia en décadas en ese país europeo.
En el juicio, que duró tres años, fueron condenadas personas presuntamente vinculadas a la ‘Ndrangheta por delitos que iban desde la extorsión hasta el tráfico de drogas.
La ‘Ndrangheta es una de las organizaciones criminales más influyentes de Europa.
El caso ilustró la amplia influencia de la mafia sobre la política y la sociedad del sur de Italia.
Expertos dijeron que las condenas a delincuentes de cuello blanco, incluidos funcionarios locales, empresarios y políticos, mostraban el impacto de gran alcance del crimen organizado en las instituciones italianas.
Entre los condenados más destacados se encuentra Giancarlo Pittelli, abogado y exsenador del partido Forza Italia del ex primer ministro Silvio Berlusconi.
Pittelli recibió una condena de 11 años por connivencia con una organización de tipo mafioso.
Otros condenados incluyeron funcionarios públicos, profesionales de diversas industrias y funcionarios de alto rango, que fueron fundamentales para el éxito de la ‘Ndrangheta para infiltrarse en la economía local y en las instituciones estatales.
‘Ndrangheta, un grupo mafioso multimillonario
Originaria de la empobrecida región de Calabria, la ‘Ndrangheta está considerada una de las organizaciones criminales más peligrosas del mundo.
Se estima que controla hasta el 80% del mercado de cocaína en Europa.
El grupo tiene una facturación anual estimada de alrededor de US$60.000 millones.
El juicio se celebró en un centro de llamadas en las afueras de la ciudad de Lamezia Terme, convertido en una sala de audiencias de alta seguridad equipada con celdas para albergar a los acusados y lo suficientemente grande como para que hubiera unos 600 abogados y 900 testigos.
Los cargos incluían asesinato, extorsión, tráfico de drogas, usura, abuso de poder y lavado de dinero.
A lo largo de tres años, los procedimientos demostraron cómo el grupo calabrés extendió su alcance a través de continentes, llegando a operar hasta lugares tan lejanos como Sudamérica y Australia.
Sus miembros se infiltraron en la economía local, las instituciones públicas e incluso el sistema de salud, manipulando licitaciones públicas y sobornando a funcionarios locales.
En el juicio, el más grande de su tipo desde la década de 1980, los jueces examinaron miles de horas de testimonios.
Antiguos mafiosos convertidos en colaboradores del sistema judicial testificaron sobre las actividades de la familia Mancuso y sus socios, que ejercen un amplio control sobre la provincia de Vibo Valentia.
La familia Mancuso, de la localidad de Limbadi, es uno de los más poderosos de los 150 clanes que componen la ‘Ndrangheta.