El debate sobre el control de las armas de fuego en Estados Unidos iniciará un nuevo capítulo con un gobierno demócrata en la Casa Blanca.
Los objetivos en la agenda del sector incluyen renovar una prohibición de fusiles automáticos al estilo AR, los chequeos universales de antecedentes, las restricciones a los cargadores de gran capacidad y una ley federal creada para prevenir que personas a riesgo de causarse daños a sí mismas o a otros compren armas.
Pero virtualmente todos esos pasos requieren acción del Congreso.
“Solía ser que había demócratas que eran muy pro armas y legisladores demócratas que ganaron distritos en parte por sus opiniones proarmas. Ya no tenemos eso”, dijo Matt Grossmann, un profesor asociado en la Universidad Estatal de Michigan y director de su Instituto de Políticas Públicas y Estudios Sociales.
A esto se suma que el número de armas de fuego se ha multiplicado en los últimos 12 años, comenzando durante la administración del presidente Barack Obama cuando los dueños de armas temían que el exmandatario impondría restricciones significativas.
De acuerdo con el sitio de Joe Biden, el demócrata cuenta con un plan de acción para regular el acceso a las armas.
La agenda del presidente electo prometió prohibir la fabricación, venta e importación de armas de asalto, utilizadas en tiroteos masivos en los últimos años.
Además, Biden anunció que solicitará una verificación de antecedentes para cualquier venta de armas a través de una legislación federal.
Actualmente, se estima que una de cada cinco armas de fuego se venden o transfieren sin una verificación de antecedentes, expresó.
El gobierno demócrata restablecerá la política de mantener las armas fuera del alcance de ciertas personas que no pueden manejar sus asuntos por razones mentales.
Una legislación implementada durante la gestión de Barack Obama, que fue revertida por el presidente Trump.
Además, Biden anunció limitará el acceso a armamento a las personas que estén condenadas por delitos de odio. (I)
Fuente:www.excelsior.com.mx