La indignación de Pyongyang con Seúl está alimentada por los pasquines «sucios e insultantes» contra la esposa del dirigente norcoreano Kim Jong Un, declaró el embajador ruso en Corea del Norte a la agencia pública TASS.
El régimen norcoreano multiplicó en las últimas semanas los ataques verbales contra Seúl, criticando sobre todo la propaganda que envían los disidentes norcoreanos que viven en el Sur en globos que lleva el viento hacia el Norte.
Esto, bastante habitual, ha provocado crecientes fricciones, pero Corea del Norte dio un paso más y a mediados de junio destruyó la oficina de enlace abierta en septiembre de 2018 que simbolizaba la distensión en la península, amenazando con adoptar represalias militares.
Los pasquines enviados el 31 de mayo, constituyen «una forma de propaganda particularmente repugnante contra la esposa» Ri Sol Ju del líder norcoreano Kim Jong Un, que provocó la «grave indignación» de Corea del Norte, declaró a TASS el embajador ruso Alexandre Matsegora.
Estas caricaturas fueron la «gota que colmó el vaso» para Pyongyang, agregó.
Las relaciones intercoreanas se degradaron a lo largo del pasado año, a raíz del fiasco del segundo encuentro entre Kim y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en febrero de 2019 en Hanoi.
En la misma entrevista, Alexandre Matsegora desmintió los rumores de que Kim Yo Jong, la hermana del líder norcoreano, sea una heredera potencial del régimen desde que hace semanas se ha convertido en el pilar de la estrategia norcoreana de ruptura con el vecino del sur.
Pese a su «sólida experiencia en materia política y de política exterior», la joven nacida en 1988 es «demasiado joven» y «no hay ninguna razón para hablar de ello», aseguró.
Nadie osa llamarse ‘número dos’ en ese país. Solo hay un ‘número uno’ (…). Pienso que si le preguntara a la camarada Kim Yo Jong si se considera ‘número dos’, respondería categóricamente que no», agregó el diplomático. (I)
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