La reciente visita del presidente ruso, Vladimir Putin, a Corea del Norte ha captado la atención global. La creciente cercanía entre el líder norcoreano Kim Jong-un y Putin ha generado preocupación en Occidente.
Durante su encuentro en Pyongyang, que duró dos horas, ambos líderes firmaron un pacto que contempla «asistencia mutua en caso de agresión contra una de las partes», según declaró Putin, citado por medios estatales rusos.
Kim Jong-un calificó a Rusia como el «amigo y aliado más honesto», y describió a Putin como el «amigo más querido del pueblo coreano», de acuerdo con la agencia estatal rusa RIA. Además, Putin afirmó que Corea del Norte tiene derecho a defenderse y que ambos países pueden cooperar militarmente, subrayando que el acuerdo es «de naturaleza defensiva y pacífica».
En declaraciones a la prensa en Pyongyang, Kim advirtió que su país responderá «sin dudar» a los «incidentes o guerras» que enfrenten Corea del Norte o Rusia, tras la firma del Acuerdo Integral de Asociación Estratégica. Aseguró que no habrá diferencias en la interpretación ni indecisión en el cumplimiento del deber de responder conjuntamente a diversas amenazas.
Kim también destacó que la relación entre Corea del Norte y Rusia ha alcanzado un «nuevo nivel de alianza» y que el tratado acelerará la creación de un “mundo multipolar” donde ningún país dominante pueda ejercer un poder hegemónico.