Nueva Orleans está reforzando las medidas de seguridad a medida que se acercan el Super Bowl y el Mardi Gras, después del ataque con un camión que dejó 14 muertos en la madrugada del Día de Año Nuevo. Este acto de violencia, que ocurrió en el Barrio Francés, ha llevado a las autoridades locales y federales a intensificar sus esfuerzos para garantizar la seguridad de los eventos masivos programados para las próximas semanas.
El presidente Joe Biden visitará la ciudad este lunes para reunirse con la alcaldesaLaToya Cantrell y otros funcionarios locales, quienes han solicitado asistencia federal para mejorar la seguridad. La alcaldesa Cantrell expresó:
“Estamos comprometidos a hacer todo lo necesario para garantizar las medidas de seguridad pública”.
Además, indicó que la ciudad había solicitado la ayuda de un experto táctico para evaluar los puntos débiles de la ciudad y reforzar las barreras de seguridad donde sea necesario.
En particular, se discute la posibilidad de elevar el nivel de seguridad del Mardi Gras a SEAR 1, el nivel más alto del sistema de clasificación de eventos especiales, que implicaría el despliegue de recursos federales como equipos de inteligencia y seguridad aérea. Según Cantrell, esta designación sería una medida de seguridad que se ha estado impulsando durante años.
El FBI sigue investigando los movimientos del atacante Shamsud-Din Jabbar antes y después del ataque, revelando que había grabado la zona antes del atentado y que había colocado dispositivos explosivos improvisados en Bourbon Street. El agente especial a cargo del FBI en Nueva Orleans, Lyonel Myrthil, detalló que Jabbar había grabado un video mientras paseaba por el Barrio Francés y que había viajado a Egipto y Canadá, cuyos viajes están siendo investigados para determinar su relación con el ataque.