Al menos 33 personas murieron y más de 20 resultaron heridas cuando un autobús que transportaba migrantes desde Darién cayó a un precipicio la madrugada de este miércoles 15 de febrero, en el área de Gualaca, en el oeste de Panamá.
El mayor de bomberos en la provincia de Chiriquí, Edilberto Armuelles, precisó que en el accidente, ocurrido a las 4:30, hora local.
Entre los heridos hay al menos cinco menores de edad, dos de ellos con lesiones graves, según informaron los medios locales. Aún no se han dado detalles sobre la identidad de las personas fallecidas.
De acuerdo con la información disponible, en el transporte viajaban 66 migrantes en tránsito que estaban en albergues de la provincia de Darién, frontera con Colombia, y eran trasladados a otro en Chiriquí, en los límites con Costa Rica.
Panamá, al que el año pasado llegaron tras atravesar la selva del Darién 248.284 migrantes irregulares que viajan hacia Norteamérica, una cifra inédita, recibe a estos viajeros en estaciones donde toman sus datos biométricos y les ofrecerles asistencia de salud y alimentación, tras lo cual son trasladados en buses hacia la frontera con Costa Rica para que sigan su camino.
«Teníamos varios años que no se daban estos accidentes con buses y víctimas fatales», comentó a EFE el subcomisionado de Tránsito de la Policía Nacional, Emiliano Otero.