En una casa, ubicada en San Antonio de Pichincha, en el norte de Quito, donde agentes de la brigada anticriminal de la Policía desarticularon una presunta banda criminal dedicada al secuestro extorsivo.
Durante la intervención policial, los uniformados lograron rescatar a dos víctimas que estaban maniatadas. Se trataba de un padre y su hijo.
Según un testimonio, al que tuvo acceso Televistazo, les vendaron los ojos y les retiraron sus pertenencias.
Rolando Jácome, jefe de la brigada, explica que los sospechosos ofrecían grandes cantidades de dinero con engaños, supuestamente en una inversión; finalmente les secuestraban y les robaban su dinero.
Durante el allanamiento se encontró dinero en efectivo, una caja fuerte, uniformes militares, armas de fuego, municiones, droga y un vehículo.