Ni bien empezaba el año, en Guayaquil se reportaban los dos primeros fallecidos por la violencia, entre ellos un niño de 3 años como víctima colateral.
El hecho ocurrió la madrugada del 1 de enero en la cooperativa San Ignacio de Loyola, en el sector de Nueva Prosperina, noroeste de la ciudad.
Según la Policía, cuatro sujetos en moto intentaron asesinar a un hombre al pie de su domicilio, pero corrió y se metió a otra vivienda donde se celebraba el fin de año.
Óscar Orellana, subjefe policial del distrito Nueva Prosperina, dice que los sicarios dispararon y lo mataron, pero hirieron a otras personas.
Producto de esta balacera, ocho personas resultaron heridas. En el sitio, Criminalística recogió 41 restos de bala.
Ese mismo día, unas cuantas horas después, se reportó otro hecho violento. Ocurrió en la 15 y la K, suburbio del Puerto Principal.
Ahí el cuerpo de una mujer quedó tendido sobre la calle luego de que un sicario disparó contra varias habitantes que estaban libando.
La víctima recibió tres impactos de bala. mientras que otras cuatro personas resultaron heridas y fueron trasladadas a un hospital.
Pero en las últimas horas del 2022 también hubo otros asesinatos.
La noche del viernes 30 de diciembre, tres hombres fueron acribillados cuando se movilizaban en un vehículo. Ellos recién habían salido de un centro comercial en el sector de Ceibos.
Al día siguiente, el 31, en Flor de Bastión, en el norte de Guayaquil, se confirmó la muerte de otro sujeto sin antecedentes penales. También hubo un sicariato en las calles 39 y Colombia, en el suburbio.