A los habitantes del barrio Cuba, en el sur de Guayaquil, les llamó la atención ver agentes, patrulleros y fiscales rodeando esta capilla. No iban a misa, sino a un allanamiento.
Según la policía, la parte de atrás de esta casa parroquial, era un centro de distribución de droga al menudeo. «Una casa parroquial de la iglesia Santiago Apóstol»
Cuando ingresaron, encontraron altares, santos, imágenes, vestimenta que se usa en ceremonias religiosas. Pero además, tres mil dosis de droga, listas para comercializarse en las calles.
«Se encontró además una balanza para hacer la división de la sustancia por dosis; realizaremos las entrevistas y versiones con Fiscalía para identificar si existe un religioso involucrado en el negocio», así lo indicó Henry Herrera, jefe del operativo.
En el momento del operativo no había nadie dentro, la Fiscalía inició una investigación para determinar quién estaba a cargo del inmueble y quiénes serían los responsables de esta red de microtráfico.
Desde la Arquidiócesis de Guayaquil nos indicaron que están analizando este caso para saber si existe participación de los encargados de esta capilla.