El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, indicó que la nueva variante ómicron del covid-19 «no ha matado a nadie» y restó su importancia ante el pico de contagios que afronta la nación amazónica por dicha mutación.
«El ómicron no ha matado a nadie. La persona que murió en Goiás no falleció por ómicron (…) Él ya tenía problemas serísimos, especialmente en los pulmones», dijo el mandatario en una entrevista con el portal Gazeta Brasil.
Pero las autoridades del municipio de Aparecida de Goiânia, aseguran que un hombre de 68 años fue el primer paciente muerto oficialmente confirmado en el país por ómicron.
«Ómicron, que ya se esparció por el mundo, tiene una capacidad de contagio muy grande, pero su letalidad es muy pequeña, según dicen las personas que saben», agregó el mandatario.
«Algunos incluso dicen que sería un virus que serviría como vacuna. Según algunas personas estudiosas y serias, y sin relación con las farmacéuticas, ómicron es bienvenida y puede señalar el fin de la pandemia», insistió.
Brasil reportó 70.765 nuevas infecciones por coronavirus en las últimas 24 horas, según el balance de un informe del Ministerio de Salud.