En la cumbre de líderes del G20, el presidente de EE.UU., Joe Biden, reveló un compromiso histórico de USD 4 000 millones de dólares para el Banco Mundial, destinados a un fondo que apoyará a los países más pobres.
Este aporte será entregado en un plazo de tres años como parte del proceso de reposición de los fondos de la Asociación Internacional de Fomento (AIF), la cual trabaja en mejorar las condiciones de los países en situación de extrema pobreza.
Funcionarios de la administración estadounidense señalaron que las negociaciones para concretar este compromiso están siendo lideradas por el Departamento del Tesoro y se espera que se finalicen antes de la toma de posesión de Donald Trump, el próximo 20 de enero de 2025.
A pesar de la transición presidencial, un alto funcionario de EE.UU. expresó que la AIF goza de apoyo bipartidista, tanto entre republicanos como demócratas, y confiaron en que el nuevo gobierno mantendrá este apoyo crucial.
El monto anunciado por Biden, superior a los USD 3 500 millones de dólares comprometidos en 2021, busca inspirar a otros países a realizar compromisos similares. En la misma cumbre, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, también anunció un aporte de 400 millones de euros a la AIF.