Los horarios de cortes de luz podrían aumentar en los próximos días debido a la complicada situación del mayor complejo hidroeléctrico de Ecuador, Paute-Molino, ya que se ha comenzado a consumir el agua del segundo de sus embalses: Amaluza.
Al medio día del 9 de noviembre, el embalse de Mazar, el más grande reservorio que provee de agua a este complejo hidroeléctrico, tocó niveles críticos de 2.110 metros sobre el nivel del mar (msnm).
A esa misma hora, según el reporte de la Corporación Eléctrica de Ecuador (Celec), la central hidroeléctrica del mismo nombre, Mazar, salió de operación. Mientras tanto, el Gobierno anunciaba que aumentaría los cortes de luz de ocho horas al día a 12 horas diarias.
Con eso, el agua del embalse apenas se ha recuperado en un metro y a las 11:00 del 11 de noviembre estaba en 2.111,41 msnm.
Por ahora solo operan las otras dos centrales: Paute y Sopladora, que se ubican en el mismo río. Y sin Mazar, ahora su generación depende del agua del segundo reservorio del complejo: Amaluza, que es cuatro veces más pequeño que el embalse de Mazar.
Sin Mazar el complejo es más vulnerable
La situación es preocupante porque el complejo Paute-Molino o también llamado Paute Integral agrupa a tres centrales hidroeléctricas que están en forma de cascada:
Mazar, con dos turbinas que permiten una potencia de 170 megavatios. Tiene un embalse que lleva el mismo nombre, cuyo nivel máximo de reserva es de 2.153 msnm y abastece de agua a las dos centrales más abajo.
Paute, la más grande central del complejo, con 10 turbinas y una potencia total de 1.100 megavatios. Esta tiene un embalse más pequeño, Amaluza, que tiene un nivel máximo de reserva de 1.991 msnm.
Y finalmente Sopladora, con tres turbinas que dan una potencia de 487 megavatios. No tiene embalse.

Pero, con el embalse de Mazar en el nivel crítico y con la hidroeléctrica del mismo nombre fuera de operación, el complejo pierde 170 megavatios, explica Diego Morales, presidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos de Azuay.
Como consecuencia, el déficit de generación eléctrica en el país aumentaría y el Gobierno se puede ver obligado a aumentar los cortes de luz.
Juntas, las tres hidroeléctricas tienen una potencia de 1.757 megavatios, que representan casi el 38% de la demanda de Ecuador.