El lunes, el ejército israelí emitió una orden de evacuación para los civiles palestinos en partes del este de Rafah, en preparación para una operación planificada en la ciudad del sur de Gaza.
Se estima que alrededor de 100.000 personas fueron dirigidas a campamentos en Khan Younis y Al Mawasi a través de mensajes de texto, folletos y redes sociales.
A pesar de las advertencias de varios países, incluido Estados Unidos, sobre evitar una ofensiva en Rafah, donde se refugian más de un millón de palestinos, Israel continúa con sus acciones.
La comunidad internacional está cada vez más instando a Israel a detener su ofensiva en toda la región, con algunos países tomando medidas concretas, como cortar relaciones diplomáticas o suspender ventas de armas.
Colombia y Turquía recientemente anunciaron acciones específicas, como el rompimiento de relaciones y la suspensión del comercio con Israel.
Aunque el impacto de estas medidas puede parecer simbólico, según Yossi Mekelberg, analista del Programa de Oriente Medio y Norte de África de Chatham House, su efecto acumulado podría aislar diplomáticamente a Israel y cuestionar su conducta en la guerra.