En España, una inversión de medio millón de euros abre las puertas a una «visa de oro», ofreciendo residencia, trabajo y estudio en el país, junto con la libertad de viajar por la Unión Europea y el espacio Schengen.
Estos beneficios también incluyen acceso a los sistemas de salud y educación pública, así como tarifas preferenciales en universidades estatales.
Sin embargo, estos programas también conllevan riesgos de cleptocracia, blanqueo de capitales y corrupción, según informes de Transparency International. La mayoría de los beneficiarios son inversores chinos y rusos.