El huracán Otis, que tocó tierra como categoría 5 en la costa del estado mexicano de Guerrero, se debilitó al mediodía en tormenta tropical, pero a su paso ya había dejado incomunicada a la zona.
Las principales carreteras entre Chilpancingo y Acapulco, las dos principales ciudades de la costa sur del estado, se encuentran cerradas por el desbordamiento de un río y la caída de rocas.
El Río Papagayo se desbordó en el kilómetro 71+100 de la carretera federal libre de peaje Chilpancingo-Acapulco, por lo que se cerró en su totalidad.
Además, se reportó la caída de rocas en la Ruta 95, carretera Chilpancingo-Acapulco, en los kilómetros 56+300 lado derecho, 57+300 lado izquierdo y 58+100 lado, que afectaron a los municipios de Chilpancingo y Tierra Colorada.
Ante la situación, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) desplegó más de 900 trabajadores, 60 vehículos y más de 200 equipos de maquinaria pesada para restablecer la circulación vehicular.
El huracán Otis, que tocó tierra como categoría 5, la más alta en la escala Saffir-Simpson, provocó daños generalizados en la costa sur de Guerrero.
Según la Comisión Federal de Electricidad (CFE), más de medio millón de personas se quedaron sin luz por el paso del huracán.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, informó que envió a la zona a los titulares de las secretarías de la Defensa Nacional, de Marina, de Seguridad y Protección Ciudadana, de Comunicaciones y Transportes, y de la Coordinación Nacional de Protección Civil.
López Obrador reconoció que no había posibilidades de volar por las condiciones climáticas, por lo que no confirmó su asistencia a la zona.
La situación en la costa sur de Guerrero es crítica. Las principales carreteras están cerradas, lo que dificulta la distribución de ayuda humanitaria. Además, se han reportado daños en viviendas, infraestructura y cultivos.
Las autoridades mexicanas están trabajando para restablecer la comunicación y la circulación vehicular en la zona. Sin embargo, se estima que la recuperación tomará varios días o incluso semanas.
Los daños causados por el huracán Otis son un recordatorio de la vulnerabilidad de la costa sur de Guerrero a los desastres naturales. Es importante que las autoridades y la población tomen medidas para mitigar los riesgos y prepararse para futuros eventos climáticos extremos.