El cierre temporal obligatorio de la playa de Las Palmas por limpieza del derrame de hidrocarburo afecta la economía de los pequeños comerciantes de este balneario de la ciudad de Esmeraldas.
Propietarios de alquiler de hamacas y sillas, vendedores de corviches, maduros, jugos y otros no han tenido ganancias económicas desde el miércoles de esta semana, día del incidente.
Gary López, vendedor de corviches, relató que al llegar a la playa observó una mancha extensa de color negro y con olor desagradable. Luego se enteró de que era petróleo, lo cual obligó a los visitantes y deportistas a cesar las actividades que normalmente realizan tanto en arena como en el agua.
López, quien lleva 27 años trabajando en este balneario, lamentó lo sucedido, pues depende de lo que gana a diario.
Mientras tanto, la Capitanía de Puerto, el Subcomando de Guardacostas y uniformados de la Infantería de Marina custodian el ingreso de particulares al balneario, que tiene una extensión aproximada de 5 kilómetros.
La playa fue cerrada temporalmente por la Alcaldía de Esmeraldas como medida urgente hasta que terminen los trabajos de limpieza y remediación. Los locales del malecón de Las Palmas siguen laborando con normalidad, pero con escaso público.
El capitán de Puerto Diego Jaramillo dispuso suspender las actividades pesqueras y el acoderamiento de lanchas para esta actividad en la zona marítima contaminada.
Técnicos de Petroecuador, empleados de la compañía Oleoductos de Crudos Pesados, bomberos y personal de otras instituciones continúan con las tareas de remoción de arena y madera afectadas por petróleo con la ayuda de diez volquetas, dos retroexcavadoras y embarcaciones, que están recogiendo el hidrocarburo disperso en el mar.