Cuidar la salud con buenos hábitos alimenticios, a la vez de deleitar al paladar es una quimera que se persigue desde tiempos inmemorables. En la actualidad, el paradigma ha cambiado y hoy sabemos con mayor precisión qué es saludable y qué definitivamente no lo es.
Si bien en esta etapa se han creado numerosas dietas estrictas, la tendencia apunta a crear conciencia en las personas e informar sobre los parámetros para tener una buena salud nutricional. Un ejemplo es la dieta Harvard que, en realidad, consiste en un plato creado para comer saludable.
Según “The Nutrition Source”, una sección del sitio de Harvard, se debe aprovechar al máximo el consumo de frutas y verduras; estas deben conformar la mitad del plato. Una clave de ello es buscar distintos colores y variedad.
También se debe elegir granos integrales. Estos alimentos deben ser un cuarto del plato. Los granos integrales e intactos, como trigo, cebada, quinua, avena, arroz integral y los alimentos elaborados con ellos, tienen un efecto más leve sobre el azúcar en la sangre y la insulina que el pan blanco, el arroz blanco y otros granos refinados.
“Los cereales integrales tienen muchas más vitaminas y también fitoquímicos y minerales, lo que es mucho más sano para nosotros y no nos subirá tan rápido el azúcar en sangre”, afirmó Lilian Cheung, profesora de nutrición en la escuela de salud pública de Harvard.
Finalmente está la proteína. Esta debe conformar un cuarto del plato. Algunas de las más saludables son pescado, pollo, frutos secos.
Respecto a los a aceites vegetales saludables, éstos se deben comer con moderación. Elija aceites vegetales saludables como el de oliva, canola, soya, maíz, girasol y maní.