A medida que las filas para conseguir gasolina en Cuba se alargan, la paciencia se reduce cada vez más.
Desde mediados de abril, la isla atraviesa la peor escasez de combustible en años, lo que ha llevado a comparaciones con la grave situación que sufrieron los cubanos tras la caída de la Unión Soviética.
Las filas se extienden a lo largo de varias calles, incluso en las estaciones de servicio donde no hay combustible desde hace días. Aunque normalmente La Habana tiene poco tráfico debido a la dificultad de importar y mantener automóviles, muchas de las principales vías están sorprendentemente vacías. Durante las últimas semanas, en gran parte de la isla parecía haber más autos estacionados en las filas de las gasolineras que circulando por las calles.
Mientras esperaba para ponerle gasolina a su maltrecho Plymouth 1954, el taxista Elien Reyes Castro se quejó de que la fila por combustible le tomaba dos días y solo conseguía lo suficiente para un solo día de trabajo transportando clientes.
«No voy a decir lo que pienso. No es fácil, venden muy poca, solo 40 litros, eso solo me alcanza para un día, no me dan más que eso», explicó.