La Policía Nacional de Indonesia indicó que investiga a 18 oficiales por el lanzamiento de botes de gas lacrimógeno el sábado 1 de octubre de 2022, durante los disturbios registrados en un campo de fútbol, que terminó con 125 fallecidos.
Estos oficiales estaban «de servicio» y eran los responsables de «operar con las escopetas» para disparar botes de gas, apuntó en rueda de prensa el portavoz de Policía, Dedi Prasetyo, conforme a las primeras investigaciones internas del incidente.
El oficial también indicó que están revistando más de una treintena de cámaras de seguridad cerca del estadio para identificar a sospechosos por «destruir propiedades dentro o fuera» del recinto deportivo.
Miles de aficionados del club Arema irrumpieron el sábado en el terreno de juego después de que su equipo fuera derrotado en casa 2-3 ante el Persebaya Surabaya, en el estadio Kanjuruhan de la ciudad de Malang, en la provincia de Java Oriental.
Los agentes de seguridad respondieron lanzando gas lacrimógeno sobre el césped y en las atestadas gradas, lo que provocó una estampida de los aficionados hacia las salidas.
La mayoría de los fallecidos sucumbió por razones de asfixia, traumas o pisoteados, según indicaron fuentes hospitalarias.
Según las cifras oficiales -que fueron revisaras anoche tras una serie de errores en el conteo- 125 personas han fallecido, incluidos 17 menores, y 323 resultaron heridas de diversa consideración, en una de las mayores tragedias de la historia del fútbol mundial.