Casi siete meses después del siniestro en el radar instalado en el cerro Montecristi, en Manabí, para detectar narcoavionetas en esta zona del Pacífico, se reveló la existencia de un informe que alertaba un atentado contra el equipo de control y vigilancia de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE).
Así lo confirmó el nuevo comandante de la FAE, Gabriel García, quien lleva cuatro días en el cargo. «Sí, la alerta se conoció y se tomaron las acciones dentro de los conceptos de planificación respectivos».
El informe sobre la alerta fue elaborado por la Policía Judicial de Manabí.
El radar funcionó solo doce días y desde noviembre del año pasado está inhabilitado por una explosión.
Por este hecho la FAE abrió expedientes a 25 militares, pero hasta ahora sin resultados.
Los uniformados indagados apelaron las acciones administrativas, informó García y el proceso debe seguir su curso.
Si hubo la alerta sobre un atentado al radar, ¿qué debía hacer el mando para neutralizar la amenaza?
Mario Pazmiño, exdirector de Inteligencia del Ejército, dice que se debió haber detenido la instalación o haber reforzado el sistema de seguridad.
Según el ministro de Defensa, Luis Lara, el radar será trasladado a Latacunga para su reparación, que estará a cargo de la empresa fabricante, la española Indra.
Mientras continúan las investigaciones a nivel de la Fiscalía, Pazmiño considera que en Ecuador «seguimos en estado de indefención» y pide a la Asamblea «cumplir con su deber y aprobar una Ley de interdicción» para no seguir a merced de las narcoavionetas de las que se sirven las bandas transnacionales del crimen organizado.