Las reformas anunciadas el lunes por el presidente Guillermo Lasso, que incluyen la puesta en marcha de un sistema de rehabilitación social
La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos dio hoy la bienvenida a las reformas anunciadas esta semana en Ecuador para intentar poner fin a la crisis carcelaria que vive el país, donde más de 300 personas fallecieron el año pasado en incidentes violentos registrados en sus prisiones.
Las reformas anunciadas el lunes por el presidente Guillermo Lasso, que incluyen la puesta en marcha de un sistema de rehabilitación social, se desarrollaron con asesoramiento de la propia oficina de la ONU, así como con numerosos sectores de la sociedad ecuatoriana, destacó la portavoz Ravina Shamdasani.
«Esperamos que la nueva política se implemente para ayudar a cambiar el sistema penitenciario de Ecuador desde una excesiva dependencia en las medidas punitivas a un modelo que intente prevenir el crimen cumpliendo los estándares de derechos humanos», añadió.
«Damos la bienvenida a los cambios y pedimos a las autoridades ecuatorianas que se esfuercen en ponerlos en práctica», subrayó Shamdasani, quien reiteró el llamamiento de la oficina dirigida por la alta comisionada Michelle Bachelet a que se investiguen las muertes de personas bajo custodia.
La portavoz recordó que la población penitenciaria en Ecuador se ha triplicado en los últimos 13 años.
Las autoridades ecuatorianas han atribuido la violencia en las cárceles a disputas entre carteles del narcotráfico, aunque la crisis también ha desnudado los problemas de hacinamiento, falta de presupuesto, escasa infraestructura, corrupción y deficiencias en la administración de justicia, entre otros factores.