Ahora el blanco de esos grupos delictivos también son los puertos pesqueros, donde se extorsionan a los pescadores.
Las aguas del Litoral ecuatoriano están siendo invadidas por las bandas criminales que no solo se disputan el territorio en las calles. Ahora el blanco de esos grupos delictivos también son los puertos pesqueros, donde se extorsionan a los pescadores.
En el puerto de Santa Rosa no solo se negocia la pesca de día. En esta parte de la provincia de Santa Elena, las bandas criminales también le ponen precio a la aparente seguridad de los pescadores.
“Quienes dicen que están a cargo de nosotros aquí en el sector pesquero, se dicen llamar ‘Los Choneros’ que te cobran mensualmente entre 100 a 120 dólares a cambio del resguardo que ellos dan para que no nos roben”.
Pagar esa cuota golpea a los pescadores porque no solo tienen que trabajar para sus familias, sino también alimentar la economía de estas organizaciones delictivas que desde hace tres años ha consolidado una modalidad de extorsión que funcionaría así:
Los delincuentes bajo amenazas reclutan a un grupo de 10 lanchas. Entre los dueños de cada embarcación eligen a un representante que se encargará de reunir el dinero.
“Nosotros le damos el dinero y ese compañero se encarga de depositarle a las cuentas de los delincuentes. Esta banda da una garantía de si te roba otra banda, ellos te devolvían 1.500 dólares, a algunos les cumplió, otros tienen más de tres meses esperando a que les paguen, entonces no hay garantías de nada”.
Y para llevar ese registro la banda delictiva entrega a los pescadores una tarjeta, incluso las embarcaciones en altamar sacan una bandera color naranja como identificación de que son pescadores custodiados.
Parte de las operaciones de los criminales inician como si no ocurriera nada, pero entre los pescadores hay miembros de las bandas delictivas infiltrados. Algunos de ellos cazando a sus víctimas y otros lucrándose de este negocio ilícito.
«Existen varias bandas, unos son ‘Los Lobos’, otros son ‘Los Lagartos’, se identifican así afuera del mar”.
Tanto la Policía como la Armada del Ecuador dicen que han iniciado una investigación, mientras tanto los delincuentes siguen pescando a río revuelto.
