Con las manos en el Hornado, así fue como la Policía encontró a decenas de personas invitadas a una fiesta de quince años que se desarrollaba la noche del sábado en un domicilio ubicado en el suburbio de Guayaquil.
Una denuncia ciudadana alertó a las autoridades sobre esta actividad en la que aparentemente las ganas de divertirse le ganaron al miedo de contagiarse de COVID-19.
A unas pocas cuadras de ese sitio cerca de un centenar de personas más irrespetaban el toque de queda por asistir a un velorio y en Monte Sinaí en el noroeste de la urbe se clausuró un billar y burdel clandestino.
Gabriel Martínez ministro de Gobierno señaló que el reiterado irrespeto a las disposiciones de las autoridades motivaron el envío de un proyecto de ley a la Asamblea.
Según la Policía Nacional durante el fin de semana se reportaron 547 aglomeraciones, 94 personas detenidas por irrespetar el toque de queda y 23 fiestas verificadas, entre otras novedades en las 16 provincias en las que rige el Estado de Excepción. Además, solo en Guayaquil, se retuvieron 116 autos y se citó a 150 conductores.
Frente a estos indicadores, Rommel Salazar director del Servicio Nacional de gestión de riesgos, habla de una falta de conciencia en ciertos sectores de la ciudadanía.
Las autoridades esperan que los índices de contagios y hospitalizaciones disminuyan con las medidas adoptadas y la corresponsabilidad ciudadana.
